viernes, 10 de julio de 2009

UN BUEN MEDICO

Esta anécdota la envió Oscar Gonzalez de Mingo, desde Madrid.
Hace unos años, unos amigos formamos una pandilla para gozar del vino y su maridaje. Nuestras citas son motivo de alegría, con el vino como principal protagonista. Pero no todo fueron alegrías tiempo atrás. Llegó el día en que me me sentí aquejado de las tripas y acudí al medico. En la sala de espera mis pensamientos se resumían en uno: debería abandonar la "pandilla". Ya sentado frente a el, profirió las fatídica palabras: "¿ bebe usted ?". El silencio inundo la sala. ¿Que podía decir?. Podría caer en el tópico de: "No, vamos, lo normal, ni mucho ni poco". Pero me arme de valor y le dije: "Mire, solo le puedo decir una cosa y es que si en lugar de estar aquí estuviéramos comiendo juntos usted y yo, le aseguro que de la botella que nos pusieran me bebería al menos la mitad, y ahora valore usted lo que tenga que valorar". Cual no seria mi sorpresa al escuchar la sorpresa del medico: ....."Media botella, media botella dice usted. ¡Eso no es nada hombre! usted ni bebe ni na ". ¡ La Virgen! me cambio el semblante. Salí de la consulta dando brincos. En la siguiente cita de " la pandilla", les conté a todos lo sucedido y desde entonces ese medico se ha convertido en el " Medico de la pandilla". Si amigos, con un buen medico y un buen vino, se anda el camino.
Dedicada a D. Fernando Luca de tena (el medico de la pandilla)

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